Durante el partido, Bernard anotó el primer gol, en el minuto 2, en una jugada rápida a pase de Ronaldinho, y Guilherme hizo el segundo con un derechazo salvador con el que logró igualar la serie a pocos minutos del pitido final, forzando la tanda de penales para teñir la semifinal de ribetes épicos.

El Atlético Mineiro, con un planteamiento muy agresivo desde el pitazo inicial, adelantó la línea de presión y atosigó al Newell’s muy arriba, en la línea de creación de las jugadas.

La presión, nacida de la urgencia de darle la vuelta al resultado adverso de la ida, dio sus frutos muy temprano con el gol anotado en el minuto 2 por Bernard en una jugada que nació en un pase equivocado en la defensa argentina que propició el contraataque fulminante.

Ronaldinho leyó a la perfección el movimiento del joven delantero, le sirvió un pase al hueco medido, y Bernard remató en velocidad, al primer toque, embocando por debajo de las piernas del portero Nahuel Guzmán.

El equipo de Belo Horizonte trató en todo momento de explorar la velocidad de sus hombres de ataque, mientras que el Newell’s se interesaba en bajar las revoluciones, en pasar con parsimonia y en ensanchar el campo, para comenzar a ganar algo de presencia en el campo rival, aunque todavía sin excesivo peligro.

Las faltas y las largas interrupciones del juego por la lesión de Heinze y el corte en la cabeza de Guzmán, que tuvo que ser atendido en la cancha contribuyeron a enfriar un poco los arrebatos del equipo local.

Los ímpetus le brindaron al Atlético Mineiro otras dos ocasiones de oro antes del descanso, en las botas de Bernard y de Josué, pero en ambos casos los reflejos de Guzmán evitaron que se moviera el marcador.

El técnico del conjunto rosarino, Gerardo Martino, retrasó a su equipo tras el descanso, dispuso un planteamiento más conservador y se centró en marcar de cerca a Ronaldinho y en cortar las líneas de pase hacia Jô y Bernard.

Así el equipo brasileño se adueñó completamente del balón, con posesiones más largas, pero con mucha menos profundidad, sin los bríos de la primera parte y escasa capacidad de sorpresa.

Un apagón en parte de los reflectores del estadio Independencia paró el partido durante diez minutos, un parón que parece que le sentó mal al conjunto argentino.

Un mal rechace en la defensa se convirtió en un pase a los pies de Guilherme, que acababa de entrar en el campo, y embocó a portería un derechazo desde fuera del área para llevar el partido a los penaltis, en los que fue decisivo el paradón de Víctor.

Ficha técnica:

Atlético Mineiro: Victor; Marcos Rocha, Leonardo Silva, Gilberto Silva, Richarlyson; Pierre (m.76, Luan), Josué, Diego Tardelli (m.91, Alecsandro); Ronaldinho Gaúcho, Bernard (m.91, Guilherme) y Jô. Entrenador: Alexi Stival ‘Cuca’.

Newell’s Old Boys: Nahuel Guzmán; Marcos Cáceres (m.99, Orzán), Santiago Vergini, Gabriel Heinze (m.25, Víctor López), Milton Casco; Rinaldo Cruzado, Lucas Bernardi, Diego Mateo, Víctor Figueroa (m.72, Martín Tonso); Ignacio Scocco y Maxi Rodríguez. Entrenador: Gerardo Martino.

Goles: 1-0, m.2: Bernard. 2-0, m.95: Guilherme.

Penaltis: 1-0: Alecsandro, gol. 1-1: Scocco, gol. 2-1: Guilherme, gol. 2-2: Verdini, gol. 2-2: Jô, fuera. 2-2: Casco, fuera. 2-2: Richarlyson, fuera. 2-2: Cruzado, fuera. 3-2: Ronaldinho, gol. 3-2: Maxi Rodríguez, parada.

Árbitro: El uruguayo Roberto Silvera amonestó a Pierre, Bernard, por el Atlético; Cáceres, Casco por el Newell’s.

Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores, jugado en el estadio Independencia de Belo Horizonte ante cerca de 25.000 espectadores.

EFE

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