El lateral peruano vivió este sábado una noche especial en la Liga española al enfrentarse por primera vez al , un partido en el que tuvo una actuación discreta, aunque en su duelo particular de velocistas con el brasileño igualó fuerzas.

Advíncula se estrenó en el Santiago Bernabéu en un duelo de máxima importancia para su equipo, situado en descenso y con muchas dudas por su facilidad para encajar goles (30 en 15 partidos).

Frente al , Míchel optó por poner a Tito de lateral y, una línea por delante, a Luis Advíncula en la posición de extremo. De esta forma la idea del técnico rayista era explotar la velocidad del peruano en el mano a mano con Marcelo, muy cuestionado por su rendimiento en los últimos partidos.

Sin embargo, el peruano no aprovechó bien el escaparate que supone jugar en el Santiago Bernabéu y, comparado con otros encuentros, estuvo por debajo de ese buen nivel que venía ofreciendo.

Estuvo voluntarioso, pero le costó encontrar el ritmo del partido, participó poco en el juego durante la primera mitad y se le notó superado por las circunstancias en algunas fases.

En su particular duelo con Marcelo no salió ganador, aunque tampoco se puede decir que fuera perdedor. Su aportación al equipo fue bastante escasa y, para actuar de extremo, casi contribuyó más en defensa que en ataque, aunque lo hizo con mucho oficio y seguridad.

Además de con Marcelo, Luis Advíncula también tuvo que lidiar con el alemán , ante el que acabó desesperado y del que no pudo irse en carrera en varios duelos que tuvo frente a él en los primeros 45 minutos.

En la segunda mitad, Advíncula intentó aportar algo más al ataque rayista, sobre todo a raíz de la salida al césped de su compañero Bebé, aunque con el paso de los minutos se fue diluyendo y durante gran parte del tiempo estuvo sin tocar el balón ni entrar en juego.

Su físico privilegiado, ése por el cuál es conocido y que le permite estar noventa minutos corriendo sin parar, le vino bastante bien a su equipo en el momento clave en el que el cansancio comenzó a aparecer.

El Rayo no renunció a igualar el gol que marcó a los 13 minutos y se pasó el último tercio del partido jugando al ataque a sabiendas que el estaba sufriendo. La fortuna no estuvo de su lado porque en el último minuto Courtois se convirtió en el héroe del equipo madridista con una doble parada en la línea de gol.

Luis Advíncula está haciendo historia esta temporada y ya es el vigésimo quinto peruano que juega en la Liga española. El primero fue, en 1958, el centrocampista Alberto Loret de Mola, que estuvo dos temporadas en Las Palmas.

Algunos compatriotas suyos son muy recordados, como Hugo ‘El Cholo’ Sotil, que vistió la camiseta del dos años, Miguel Rebosio, que levantó dos con el Zaragoza, o Chemo del Solar, que jugó 149 partidos en Primera con Tenerife, Salamanca, Celta de Vigo y Valencia.

EFE