Valcke se enfrentó con algunos parlamentarios, especialmente con el diputado y exfutbolista Romário de Souza Farias, quien reforzó su dura y crítica posición contra diversos puntos de la organización del Mundial opuestos a leyes nacionales que se contraponen con los intereses de la FIFA.

La venta de cerveza en los estadios está prohibida por ley en Brasil. “Lo que ocurre aquí es un circo”, dijo Romário al presidente de la comisión. La FIFA no pretende emborrachar a las personas”, afirmó Valcke, quien puntualizó que el organismo rector del fútbol mundial “no puede asumir el compromiso” de impedir la venta de cerveza en los estadios.

“Tenemos un acuerdo con la empresa Budweiser para la venta controlada de alcohol en los estadios” y “eso significa que, por ejemplo, la cerveza es vendida en vasos de plástico y no en botellas o latas, que pueden ser usadas como armas”, dijo el dirigente.

También argumentó que en Rusia o Qatar, países que organizarán respectivamente los mundiales de 2018 y 2022 y en los que también se prohíbe la venta de licor en los estadios, se abrieron excepciones en ese apartado.

“Fue considerado que el Mundial es un evento particular y que excepcionalmente el alcohol será comercializado en los estadios”, sostuvo Valcke, quien recordó que ese mismo compromiso asumió Brasil cuando se le otorgó la sede de la Copa del Mundo del 2014.