Empezamos con lo que sería la participación peruana en cuartos de final. Los colegas aquí ya hacen un juego de número y las posibilidades. Eso sí, parece que nadie quiere que Perú termine puntero del grupo C, porque ello significa volver a la ciudad de San Juan.

Claro, Perú ya jugó ahí, en el estadio Bicentenario en el debut ante Uruguay (1-1), pero lo que más se recuerda es el frío. En las tribunas había -5 grados, pero en la cancha fácil llegaba a los -10. Quien escribe vivió ese partido a ras de campo. Faltaron frazadas.

Eso mismo comentan los colegas. Nadie quiere volver a San Juan, además del frío, por lo lejos que queda el estadio de la ciudad, a pesar que habían buses que trasladaban a los periodistas. Ahí nos trataron mejor que en Mendoza, pero el clima manda.

Y por fin, luego de casi 9 días de trabajo, pudimos comer comida peruana en Mendoza. Lo que aquí prima son las carnes y pastas. Pero en la esquina de la calle Corrientes con La Rioja, hay dos restaurantes peruanos (Chabuca y Sabor Trujillano), la comida es muy rica, pero son abusivos con la Inka Cola, que cuesta hasta 5 veces más que la Coca Cola. Pará.

En la selección todo es alegría. Qué diferente es el ambiente cuando ganan. Todo son sonrisas, bromas. La buena onda se extiende hasta con los periodistas. No es que siempre entrenen con caras largas, pero si se siente otro ambiente en la bicolor. Ojala se mantenga.