Julio Pacheco vivió todo el partido frente a Godoy Cruz con el corazón en la garganta y la cosa se puso peor durante la definición por penales.

Universitario perdía hasta 85 minutos, cuando Andy Polo puso el empate con golpe de cabeza. Pacheco festejó a rabiar, pero sabía que ahora tocaba penales.

“Gracias a los muchachos por el esfuerzo, gracias por la entrega. Tenemos problemas, pero igual los chicos se mataron en el campo. Nosotros estamos trabajando para que los problemas se acaben. Las lágrimas son de la emoción”, expresó Pacheco.

En tanda de penales, parecía que la suerte sería esquiva, pero al final nos tocó celebrar a los peruanos. Morel y Vitti habían fallado, los argentinos la mandaron al palo, Llontop atajó el siguiente penal y Jesús Rabanal metió el penal decisivo.