Con el regreso de Paolo Guerrero y con la plantilla en perfectas condiciones, al seleccionador peruano, , se le presenta un bendito dilema para el debut en el Mundial Rusia 2018, el sábado en Saransk ante : elegir a los cuatro hombres que acompañarán al gran capitán en el ataque.

En la ausencia de Guerrero, debido a su suspensión por dopaje, Jefferson Farfán se hizo con el puesto de 9, con Christian Cueva por detrás; mientras que André Carrillo empezaba en la derecha y Edison Flores en la izquierda, aunque con libertad para intercambiar los puestos.

Con el Depredador de vuelta, normalmente ocupará el centro del ataque de la Selección Peruana, y los otros cuatro jugadores se disputarán dos puestos. Su socio desde las inferiores del Alianza de Lima, Farfán, y tres de los chicos a los que Gareca ha hecho dar un salto cualitativo: el extremo izquierdo Flores, el derecho Carrillo y el mediapunta Cueva.

El técnico argentino dirigió este miércoles la tercera sesión en suelo ruso, de nuevo en el Khimki Stadium como el martes con solo 15 minutos abiertos a los medios, a diferencia de las dos horas que pudieron seguir hinchas y periodistas el lunes.

Parece que Farfán gana enteros para acompañar a su compadre Guerrero, en una línea de dos delanteros que alternaría el 9 y el 10 del ataque. Ricardo Gareca probó la fórmula el sábado en el último amistoso, que finalizó con un empate sin goles.

“Con más entrenamientos van a ir adaptándose antes de llegar al Mundial”, se limitó a decir el argentino tras el reencuentro.

“Después de tiempo volvemos a jugar juntos, pero me sentí muy cómodo”, añadió Guerrero.