Luzhnikí, un estadio con capacidad para 81.000 espectadores, vistió sus mejores galas para abrir el , un torneo que echó a andar con el partido entre el anfitrión, Rusia, y Arabia Saudita.

En la ceremonia de inauguración, conocido en su tiempo por ser el chico malo de la música anglosajona, Robbie Williams convirtió el estadio en una gran discoteca y no se limitó al escenario, sino que se acercó a la banda como de un futbolista se tratara para incendiar el ambiente.

En el partido, Rusia se paseó sin mayores problemas a Arabia Saudita por un abultado 5-0 con goles de Yury Gazinskiy, Denis Cheryshev (2), Artem Dzyuba y Aleksandr Golovin.

Mientras, los hinchas disfrutaban a su estilo en las gradas. Aquí te dejamos una galería con lo mejor de ellos, así que no te la pierdas.