. se volvió a paralizar este jueves durante noventa minutos para seguir el partido más decisivo de su selección en el , el mismo que terminó en llanto nacional por la pronta eliminación del equipo al perder 1-0 contra Francia, pero con la cabeza muy alta por el juego mostrado.

Y hasta Ekaterimburgo, en la falda de la cordillera de los Urales, el límite que marca la frontera entre Europa y Asia, la más oriental de las sedes de la Copa del Mundo, llegaron los ecos de una hinchada que no renuncia a su sueño mundialista.

Fueron miles las voces que llegaron hasta la recóndita ciudad para animar a los hombres dirigidos por el argentino Ricardo Gareca.

Y quedará en la memoria de todos ellos cuando en el Ekaterimburgo Arena se escuchó por los autoparlantes.

Ahorramos mayores descripciones. Aquí te dejamos el video, que fue publicado en Facebook y en cuestión de minutos se viralizó en todas las redes sociales.