La quedó este sábado eliminada del tras caer ante Francia por un ajustado (y mentiroso) marcador de 4-3.

El moderno Kazán Arena, a orillas del imponente río Volga, fue el escenario de un choque generacional de lujo: de un lado la generación francesa de los 90, un derroche de técnica y velocidad con Griezmann y Mbappé como estandartes, y del otro la generación argentina de los 80, derrotada en la final de hace cuatro años en Brasil y que da sus últimos coletazos futbolísticos en Rusia.

Los pupilos de Didier Deschamps dieron una lección de madurez y se impusieron a una Albiceleste que se apagó por completo en el segundo tiempo y que extrañó en exceso a un Lionel Messi que más allá de sus dos asistencias, no fue protagonista.

Así las cosas, Argentina sufrió su segunda eliminación en los octavos de final bajo el actual formato, como en el Mundial de Estados Unidos de 1994, marcado por la suspensión por dopaje de Diego Armando Maradona.