Por primera vez en la historia de los mundiales se instauró la modalidad de tarjetas amarillas para amonestar al jugador y la roja para expulsar. Brasil y Perú deslumbraron al mundo con su juego.

El otro finalista fue Italia, quienes eliminaron a Alemania en un feroz encuentro, que culminó por 4 a 3, favorable a los ‘azurros’.

En la final Brasil bailó zamba ante una cansada selección Italiana. Los altiplanos llegaron desgastados y con algunos suspendidos, con la moral por los suelos en un territorio que era hostil para los europeos. Brasil no necesitó hacer mucho esfuerzo para ganar el título mundial.