Después de las derrotas de los uruguayos ante Costa Rica (1-3) y de los ingleses contra Italia (2-1), los contendientes del Arena Corinthians necesitaban ganar para aspirar a octavos.

Y quizá por tratarse de un clima semejante al de una tarde primaveral de Liverpool o Londres, Inglaterra tuvo en muchos periodos del partido más fútbol que los vigentes campeones de la Copa América. Un fútbol vertical y abierto al que Uruguay respondía esporádicamente con alguna combinación, casi siempre con Luis Suárez de por medio.

El artillero ‘charrúa’ del Liverpool saltó al campo a pesar de estar convaleciente por una lesión en el menisco. No intervino demasiado hasta su cabezazo a las redes. Un córner cerrado que no se convirtió en gol olímpico gracias a la manopla de Joe Hart, lo más destacable en la primera media hora. Pero la amenaza latente estaba ahí.

Antes del tanto de Luis Suárez, la rejuvenecida Inglaterra había dado trabajo a los campeones del mundo en 1930 y 1950.

Durante el dominio inglés, Uruguay logró inquietar a Hart en contadas ocasiones: un misil de ‘El Cebolla’ Rodríguez lamió el larguero y Edinson Cavani remate fuerte, pero desviado.

Pero, Suárez, el voraz delantero recuperado de una lesión, justificó la apuesta de Tabárez. Nicolás Lodeiro vio el desmarque de Edinson Cavani. ‘El Príncipe’ levantó la cabeza y localizó a Suárez corriendo a las espaldas de los centrales ingleses.

Le puso un balón medido y Suárez cabeceó bombeado a la derecha de Joe Hart en el 39. El goleador estalló de júbilo. Uruguay había logrado un tanto terapéutico frente ante un rival incómodo.

El ‘nueve’ uruguayo lideró el entusiasmo de su selección. En otro córner botado desde la izquierda, intentó de nuevo el gol olímpico, pero el portero inglés anduvo con reflejos.

Arrinconada en 25 metros, Inglaterra dio réplica por Rooney. El lateral zurdo Baines centró y la estrella inglesa disparó raso. Muslera estuvo felino.

Con el crono en contra, la selección de Rooney se aplicó. Abrió el campo y se dedicó a centrar al área. La garra de los uruguayos servía para contener las incursiones inglesas.

Y la garra la encarnó, entre otros, Álvaro Pereira, a quien un rodillazo fortuito de Sterling que casi le provoca un desmayo no fue suficiente para dejarle ko.

Pero los laterales ingleses son una bendición para cualquier conjunto. El derecho del Liverpool Glen Johnson asistió a Rooney después de combinar con Sturridge. El ‘10’ de Inglaterra, al cuarto intento, logró batir a Muslera e igualar el marcador en el último cuarto de hora.

Esos últimos quince minutos fueron un intercambio de golpes, aunque sobre todo por el lado inglés. Sturridge exigió al portero uruguayo trabajo extraordinario.

Suárez, quién si no, aprovechó un error de los centrales, que no cerraron un balón aéreo aparentemente sencillo, y enfiló a Hart, al que acribilló con la derecha en el 85. El guerrero Suárez, extenuado, acabó sustituido entre la aclamación de los uruguayos. Resta Italia para completar la remontada ‘charrúa’. Inglaterra al borde de otra decepción mundialista.

EFE