Messi tomó la responsabilidad en Maracaná frente a Bosnia-Herzegovina y, pese a no firmar un partido redondo, hizo uso de su calidad innata para marcar el segundo gol de Argentina, que de la belleza que desprendió recordó a los mejores tiempos del diez de la Albiceleste.

El capitán de Argentina corrió como un loco, con el balón a los pies, como solo él sabe, porque cuando no la tenía la ‘´pulga’ no existía. El único objetivo era meter el segundo y dar luz a un partido que estaba siendo muy gris, incluida su propia actuación.

Ayudado por Higuaín, con el que hizo una pared impecable, le pegó desde la frontal del área, el balón pegó en el poste izquierdo y quedó imposible para el guardameta Begovic.

Sin duda, pese a que no pasa por un buen momento, en un partido ‘chato, Linel Messi fue el que más destacó en esta último duelo entre Argentina y Bosnia Herzegovina.

EFE