Sergio Romero se convirtió en la figura del partido al atajar dos penales en la tanda que definiría al segundo finalista del Mundial Brasil 2014, donde enfrentará a Alemania el domingo en el mítico estadio Maracaná.

Ni Leo Messi, ni Arjen Robben. Romero detuvo los penales a Wesley Sneijder y a Ron Vlaar y sentenció a Holanda, que peleará por el tercer puesto ante Brasil. Los argentinos, por su parte, convirtieron todos. Maxi Rodríguez hizo el último.

La Albiceleste, dos veces campeona del mundo, regresa a una final 24 años después y frente Alemania, ante la que perdió en la final de Italia’90.

Un día encapotado y fresco recibió a un clásico de los Mundiales. La final de 1978, vencida por Argentina, o los cuartos de final de 1998, ganados por Holanda, pertenecen a la memoria colectiva del torneo de selecciones más importante.

Las semifinales de hoy, en el Arena Corinthians de Sao Paulo, representaban un nuevo capítulo entre dos de los colosos del fútbol. Y quizá el más gris. En los 90 minutos reglamentarios, apenas hubo ocasiones claras para el recuerdo.

Tanto el seleccionador argentino, Alejandro Sabella, como el holandés, Louis Van Gaal, plantearon un esquema con muchas cautelas, cuyo resultado fue la ausencia de fútbol de ataque.

Una Holanda mejor plantada que Argentina fue la tónica del inicio del encuentro. Wesley Sneijder remató muy desviado un despeje de Javier Mascherano, que había rebañado con acierto un balón peligroso a Arjen Robben.

A partir de ahí, la ‘Albiceleste’ se enderezó. Estabilizó el centro del campo y exploró el costado derecho, el izquierdo de Holanda.

El empaque de Enzo Pérez, medio del Benfica, y la lectura de Ezequiel Lavezzi fueron esenciales para empujar hacia atrás a la ‘Oranje’. Los ajustes de Sabella ofrecieron resultados.

En Holanda, Robben apenas conectó y Robin Van Persie divagó entre Garay y Martin Demichelis. Las oportunidades escasearon, pero, si alguna de las selecciones estaba más cerca de adelantarse, ésa era la Argentina.

Tónica semejante tuvo el segundo tiempo. Mucho juego trabado y poca construcción.

Así llegaron los penales. Con los cambios agotados, Van Gaal no ejecutó el movimiento de arqueros que hizo en Costa Rica. Sergio Romero fue el héroe al parar los penales a Sneijder y Vlaar.

EFE