El astro Neymar le dio vida y juego a Brasil en la goleada 4-1 ante la débil Camerún y avanzó con autoridad a octavos de final junto a México por el Grupo A, mientras para Chile el milagro no llegó y deberá enfrentar al anfitrión en la siguiente fase.

Neymar y el resto, o sea Brasil, se recuperaron de un opaco comienzo en el Mundial y con un rendimiento que ahora sí convenció afianzó su condición de favorita y la confianza para encaminarse hacia la sexta corona mundial, la primera en casa.

“Ha sido nuestro mejor partido. Cada uno tiene su posición en el campo y lo más importante es ayudar al equipo, dar pases, marcar gol… Pero nadie es más importante que otro”, sostuvo Neymar al concluir el encuentro.

El delantero del FC Barcelona, un virtuoso e irreverente joven de 22 años, carga sobre sus hombros el enorme reto de guiar a la Seleçao hacia el Maracaná el 13 de julio para cerrar la herida abierta por el golpe dado por Uruguay allí mismo, en el templo del fútbol brasileño, en 1950.

Ante la eliminada Camerún, en el estadio Nacional de Brasilia, fue letal. Primero aprovechó a la perfección un centro medido de Luiz Gustavo (m.17) para adelantar a Brasil y luego (m.35) se fabricó un magnífico tanto con el que desequilibró el marcador, ya que Joel Matip había igualado poco antes (m.26).