La final del Mundial Brasil 2014 se jugará en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Pero en las tribunas hay un duelo de las hinchas más bellas. ¿Cuáles son las mejores?

Una fiesta sin anfitrión, una euforia de miles en casa ajena seguida con nervioso celo por las autoridades brasileñas para conjurar excesos ha estallado hoy en Río de Janeiro con las primeras luces del 13 de julio.

Pudo haber sido antes pero los ocupantes de las caravanas de automóviles llegados desde territorio argentino se dieron ayer una tregua para reunir fuerzas tras el desgaste de sus descomunales viajes terrestres.

Quienes arribaron procedentes de Ushuaia, la ciudad argentina más lejana de Río de Janeiro, debieron atravesar unos 5.587 kilómetros en tanto que desde Buenos Aires el trayecto superó los 3.500, un poco más de la mitad de los 1.248 kilómetros que separan a los cariocas de la provincia de Misiones.

Otros miles de hinchas instalaron su campamento en los alrededores del sambódromo.

Pero alemanes y argentinos también llegaron por el aire y enseguida muchos hacían presencia sobre la arena de la playa, en los bares, en los restaurantes.