El volante de Costa de Marfil Die Serey recibió una terrible noticia a pocas horas del duelo entre su selección y Colombia. Su padre había fallecido.

La noticia fue un verdadero bombazo para el correcto jugador, que pese a la delicada situación que le tocaba vivir, decidió saltar a la cancha para representar a su país en el duelo ante Colombia por el Grupo C del Mundial de Brasil 2014.

Pero todo el sentimiento que embargaba a Die Serey terminó por aflorar durante la entonación del Himno de la selección de Costa de Marfil, en la que el jugador estalló en llanto y tuvo que ser consolado por el resto de sus compañeros de equipo.

La imagen del volante marfileño quedó grabada al mundo entero y para muchos es considerado como un ejemplo de amor al deporte y de lo que es un verdadero compromiso para una selección de fútbol.