Un rato bochornoso vivió la selección mexicana de fútbol en sus primeros momentos de estancia en Brasil, cuando pretendieron acudir a su primer entrenamiento en el campo del club Santos en Sao Paulo.

Sucede que el bus que debía trasladar a la delegación azteca a sus trabajos de preparación para el debut en el Mundial Brasil 2014 se malogró y a los jugadores no les quedó otra opción que tomar taxis para no demorar sus horarios.

¿Qué pasó? La batería del bus no funcionaba y el recambio demoraría cerca de dos horas por lo que no tuvieron otra opción.

En plena calle y en medio del tráfico, los futbolistas mexicanos pararon taxis y subieron en grupos. Los dirigentes recibieron una camioneta por parte de las autoridades de la FIFA.

México debutará este viernes ante Camerún por el grupo A de la Copa del Mundo donde también se encuentran el anfitrión Brasil y Croacia.