Debido al desarrollo económico y a la infraestructura de Estados Unidos, el Mundial tuvo un gran éxito marcando cifras históricas de asistencia de público y recaudación financiera, imbatibles hasta el día de hoy.

La mascota del torneo fue el perro Striker. La canción oficial del evento fue “Gloryland” interpretada por Daryl Hall and the Sound of the Blackness.