En sus cuatro anteriores participaciones, los nipones no desentonaron del todo pese a no lograr ser grandes protagonistas del torneo.

En Francia 1998 no lograron ganar partido alguno, pero mostraron sus intenciones de juego en su debut, cuando perdieron por un peleado 1 a 0 ante la poderosa Argentina.

En su condición de anfitrión en 2002, Japón se metió a los octavos de final, pero fueron sorprendidos por Turquía.

Para el 2006 no pasaron la primera ronda, mientras que en Sudáfrica 2010 volvieron a mostrar signos de crecimiento y avanzaron hasta los octavos de final.