Un gol de cabeza del central Mat Hummels fue suficiente para convertir a Alemania en la primera semifinalista del Mundial de Brasil, tras derrotar a una meritoria selección francesa, que no tuvo remate.

Condicionados por el calor y la intensa humedad (88 por ciento), Alemania y Francia jugaron un partido de pocas revoluciones en Maracaná, que se resolvió pronto a balón parado. Por un centro de Toni Kroos y un remate de Hummels.

En un duelo muy táctico, el técnico alemán, Joachim Löw, jugó al despiste. Después de alimentar la polémica sobre el puesto Lahm, Joachim Löw le volvió a situar como lateral, pobló el centro del campo con la aportación de Thomas Müller y dio entrada en el equipo a Miroslav Klose, para fijar la defensa francesa.

La entrada del máximo goleador con Ronaldo, de los Mundiales también surtió efecto como elemento de distracción en la primera ocasión en la que Alemania se acercó a la meta de Hugo Lloris.

A los trece minutos, con la defensa pendiente de Klose, Hummels entró libre de marca para aprovechar una falta lanzada por Kroos, el mejor pasador del Mundial que pretende el Real Madrid, y batir de cabeza a Llorís.