En la víspera del partido, Kroos había anticipado que el choque de cuartos de final se decidiría en el centro del campo y sus palabras fueron premonitorias.

La superioridad de la medular germana, con la contribución de Kroos y Thomas Müller, principalmente, apagó a una Francia a la que le pesaron las botas con el calor y la humedad que se vivió en comienzo de la tarde en Río.

Una de las mejores jugadas de Alemania, al comienzo de la segunda parte, fue una triangulación hilvanada por todos los centrocampistas, como no con la participación de Kroos, pero que la acabó perdiendo Lahm en el área de Francia.

Conforme avanzaba el encuentro y Joachim Löw comenzó a dar prioridad a amarrar el resultado, Kroos atrasó su posición unos pasos y se hizo fuerte en el círculo central.

Desde allí Kroos distribuyó el juego de Alemania y trató de montar varios contraataques, aunque sin el éxito de otros días.

Acabó siendo sustituido ya en el tiempo de descuento, para la entrada de Christoph Kramer, y se fue aplaudido por la afición alemana presente en el Maracaná, que alabó su contribución para la clasificación a las semifinales.