No hay dudas, que el momento de mayor gloria para el fútbol galo fue cuando en 1998 se alzaron con la Copa Mundial organizada por ellos mismos, goleando en la final a Brasil por 3 a 0.

De ahí en más, un subtítulo logrado en Alemania 2006 salvaron la opacas participaciones en Japón Corea 2002 y Sudáfrica 2010 donde Francia no logró pasar la primera ronda.