De la mano del alemán Jurgen Klinsmann, los norteamericanos han impuesto mayor vértigo a su tradicional juego. Se han convertido en un equipo con dinámica y constante presión al rival.

En la Concacaf han demostrado sus progresos, superando incluso a México, otrora dominador de esa zona.

Asimismo, es evidente que Estados Unidos ha mejorado en lo referente a la táctica y la mano de Klinsmann se aprecia en cada jugada preparada tanto de ataque como en defensa.