Arjen Robben recordó el primer encuentro que perdieron los de Vicente Del Bosque y que marcó el camino hacia la eliminación de España. Fue uno de los grandes protagonistas de aquel primer partido de la primera fase del Grupo B. Marcó dos goles y, además, se vengó de la derrota que sufrió cuatro años antes en la final de Sudáfrica 2010.

Uno de sus tantos, el quinto, en el minuto 80, lo recordó con especial cariño: “Al principio de la carrera me pareció que no lo lograría pero según me acercaba pensé que podría tener una buena opción. Creo que sobre todo demuestra la fuerza y lo bien que estaba yo físicamente. Al final del partido aún pude hacer un buen sprint… Fue un final estupendo para un partido muy bueno. Ganar a España por 1-5 fue una locura”, dijo.

También indicó que tras el partido, los jugadores de España vivieron una situación “complicada” porque estaban “hundidos” por el marcador tan abultado que sufrieron contra Holanda. De Iker Casillas y Sergio Ramos, con quienes coincidió en su etapa en el Real Madrid, afirmó que son “dos futbolistas extraordinarios” con los que fue un “privilegio” jugar.

“Desde entonces, nos hemos enfrentado unas cuantas veces y siempre con mucho respeto”, apuntó.

Robben también protagonizó uno de los instantes polémicos del Mundial Brasil 2014, con aquel penal que provocó ante México en octavos de final y que sirvió a Holanda para ganar 2-1 en el minuto 94. Acusado de haberse tirado en esa acción decisiva, volvió a reclamar que fue penal claro, tal y como hizo aquel 29 de junio de 2014.

“Fue penal. Seguí toda la polémica, pero eso es parte del juego. Era una ronda importante y todo el mundo opina. Es también lo bueno del fútbol, todo el mundo puede opinar. Estamos acostumbrados”, manifestó.

Respecto al duelo de semifinales que disputó contra Argentina, la instantánea que rememoró fue la de Javier Mascherano evitando en el último momento un disparo suyo cuando estaba solo delante de la portería.

“Andaba más concentrado en el balón que otra cosa. Me fijé en cómo estaba posicionado el arquero y pensé hacia dónde chutar. Nunca sabremos lo que habría pasado si Mascherano no hubiera interceptado el disparo con la bota y el balón hubiese acabado en el fondo de la red. El fútbol es así”, señaló.

“Sabía que tendría un espacio muy pequeño. Fue una pena. Si lo ves a cámara lenta, se nota que tengo que cambiar la carrera porque esperaba el balón por fuera y llegó por dentro. Perdí algo de velocidad y luego él consiguió despejar con el dedo gordo del pie. Ganar o perder un partido a veces es cuestión de centímetros”, finalizó.