Desde que se designó a Brasil como la ciudad que albergaría el Mundial 2014 hubo scierto descontento de la población, porque los ciudadanos manifiestan que su país no estaba preparada para ser sede del Mundial.

Desde que inició el 2014 las protestas se hicieron más fuertes, ya que la población exige que el gobierno invierta dinero en educación, salud y reducir la delincuencia, pero el gobierno decidió seguir adelante con el reto de la FIFA.

A tres días del inicio del Mundial las calles lucen abarrotadas de gente que protesta enfurecidamente. Esta mañana despidieron a 60 trabajadores del Metro de Sao Paulo, por ese motivo desató la indignación de cierto segmento de la población.