Han pasado 24 años desde que la selección argentina llegó a una final de una Copa del Mundo, en Italia 90. En aquel entonces, Diego Maradona era el capitán de los albicelestes y Carlos Bilardo el entrenador y, coincidentemente, Alemania el rival.

El resultado es conocido, 1-0 para los germanos y su tercer título mundial, vengándose de lo sucedido cuatro años antes, en México 86, con los mismos protagonistas, pero con distinto resultado; 3-2 para los argentinos.

Por eso, la espera del pueblo argentino se hizo inacabable. Muchos pensaron que una final no se volvería a repetir. Los más confiados, que podrían llegar lejos, pero no tanto en Brasil 2014.

Sin embargo, la clasificación de Argentina a la final tras derrotar 4-2 por penales a Holanda ha resultado un desahogo enorme para los albicelestes de todas partes del mundo.

La muestra más clara de eso lo dio el relator de DirecTV Sports, Pablo Giralt, que al narrar el último penal marcado por Maxi Rodríguez, que significó el acceso a la final, no pudo contener el llanto y la emoción. Los gritos de Juan Pablo Varsky, el comentarista, tampoco pasaron desapercibidos.