La historia del los títulos mundiales alemanes puede ser vista como un reflejo de su historia política y social desde el de 1954, símbolo del resurgimiento después de la II Guerra Mundial, hasta el de ahora, que es la expresión de una nueva Alemania en varios sentidos.

Incluso, ha habido gente que ha pretendido establecer paralelismos entre seleccionadores y cancilleres alemanes.

Así Sepp Herberger, sería una especie de alter ego de Konrad Adenauer, Helmut Schön la sombra de Willy Brandt, Franz Beckenbauer el Helmut Kohl triunfante tras haber logrado la reunificación alemana y ahora, para continuar el paralelismo, Joachim Löw tendría algo de Angela Merkel.

Adenauer puso a Alemania otra vez en la comunidad internacional. Herberger la condujo al título de 1954 que muchos ven simbólicamente como el mito fundacional de la República Federal de Alemania.

Algunos de los jugadores de aquel equipo habían estado en la guerra y fueron recibidos como héroes en un país donde todavía no había despegado el milagro económico. De alguna manera, todavía era un triunfo de la vieja Alemania que trataba de reinventarse.