El delantero del Liverpool, Luis Suárez, estrella de la selección uruguaya, se despidió de sus compañeros en la concentración de Natal y tomó un vuelo privado hacia Montevideo, adonde viaja en compañía de su mujer y sus dos hijos.

En el día más triste de Luis Suárez en el Mundial 2014, tras conocer que la FIFA le había impuesto nueve partidos de suspensión y cuatro meses de inhabilitación “para toda actividad relacionada con el fútbol”, el goleador vivió sus últimas horas rodeado de su familia y sus compañeros.

LA AUF tuvo que consultar a la FIFA cuál era el alcance real de la sanción, si podría volar con la delegación a Río de Janeiro y desde ahí desplazarse a Montevideo.

Pero el castigo iba más allá. No sólo tenía que abandonar la concentración, sino que debía entregar su acreditación y no podía formar parte del desplazamiento celeste a Rio, donde el sábado se enfrentarán a Colombia en los octavos de final de la Copa del Mundo.

Por eso, tras almorzar con jugadores y técnicos tomó el primer vuelo privado desde Natal a la capital uruguaya, donde ya le espera una multitud de aficionados que quiere consolar a su goleador, el autor de los dos tantos que dieron a los celestes el triunfo sobre Inglaterra, en la segunda jornada mundialista