Los conocidos ‘socceros’ han decidido por apostar a la potencia y poderío físico de sus jugadores para destacar en el mundo del balompié y los resultados parecen darle la razón.

El seleccionado australiano ha ganado la mayoría de sus partidos jugando de contra, esto aprovechando la velocidad de sus hombres en ofensiva y teniendo como una de sus principales armas el juego aéreo.

Si bien la técnica y habilidad no es uno de sus fuertes, en Australia se han encargado de suplirlo con fuerza y disciplina táctica, herramientas que planean ponerlas en práctica en el Mundial Brasil 2014.