Los elogios al dispositivo de contención de Irán han sido unánimes, pero en el escenario actual es imprescindible que, sin perder la seriedad, la solidaridad atrás, muestre más en ataque.

Ello le acarrea el peligro de que se produzcan huecos en esa organización defensiva y Bosnia, herida en su orgullo por su prematura eliminación, lo aproveche con los hombres de calidad de que dispone.

En los dos partidos iniciales Irán tuvo ocasiones como para haber anotado goles, pero no le acompañó el acierto, y es algo que, si quiere estar en octavos, no le puede volver a ocurrir.

Así lo reflejó Queiroz, que dejará el cargo al concluir el Mundial: “El objetivo es que se mantenga la concentración y que los jugadores conviertan las ocasiones”.