La República Checa se convirtió así en el primer país que gana el mismo año las tres competiciones por equipos que regula la Federación Internacional de Tenis: Copa Hopman, Copa Federación y Copa Davis. Además ha sido finalista en la Copa del Mundo por equipos, torneo ATP 250 que se disputa en Dusseldorf (Alemania).

Treinta y dos años después de que la Checoslovaquia de Ivan Lendl, Tomas Smid, Jan Kodes y Pavel Slozil ganase a Italia por 4-1 también en Praga, el equipo checo se alzó con la victoria, vengando en cierta manera la derrota que los españoles les infligieron en el Palau San Jordi de Barcelona, por 5-0.

A solo nueve días de cumplir 34 años, Radek Stepanek se convirtió en el jugador de más edad que gana el quinto y decisivo punto en la historia de esta competición. El anterior fue el británico James Parke, de 31 años, que hace cien ganó el último partido de la final contra Australia al imponerse a Rodney Heat en tres sets.

El checo dominó el partido en los momentos importantes rompiendo el saque de Nicolás Almagro en el décimo juego del primer parcial para ganarlo en 55 minutos. En el segundo, Almagro logró desquitarse y sacudirse la presión al romper (3-2) por primera vez después de 86 minutos de juego.

Llegó a adelantarse el español por 4-2, pero luego cedió en el octavo (4-4) y después tuvo que salvar cuatro bolas de set antes de encaminarse a un desempate, calentado por la presión de los casi 14.000 espectadores.

En este juego corto fue donde Radek sacó a relucir sus mejores dotes. Presionó al español, le agobió con sus restos y llevó el partido a su terreno, al psicológico, donde Stepanek firmó sus mejores gestos intimidatorios hacia el rival, para enardecer a los suyos. El 7-0 de este parcial fue una losa que podría hundir a Almagro, pero el español reaccionó.

Una rotura de Almagro en el sexto juego del tercer parcial (4-2) puso de nuevo en pie a todo el bando español, que empezó a soñar de nuevo con “Nico”, que se apuntó su primer set después de tres horas y dos minutos de lucha.

Con Radek Stepanek aparentemente cansado, todo parecía a favor del español, pero el de Karvina tiró de lo único que le quedaba ya, genio y astucia, para romper en el segundo juego y situarse luego 3-0 arriba.

Su selección de ataques fue minando la moral del español, que al final acabó con 55 errores no forzados, eso sí, salvando una bola de partido pero entregando la victoria a la segunda con un revés a la red.

EFE