A sus 86 años y cumplidas seis décadas en el trono británico, la soberana realizó lo que la organización de Londres 2012 calificó como “la primera interpretación” de su vida, rodada en el Palacio de Buckingham y en la que se interpreta a sí misma, junto al famoso agente secreto siempre al servicio de su Majestad.

El filme, en el que también participan los perros corgis de Isabel II y llamado “Happy and Glorious” por uno de los versos del himno británico, comienza en Buckingham, donde la Reina y el actor Daniel Craig, el último James Bond, se montan en un helicóptero que sobrevuela Londres hasta llegar al Estadio Olímpico.

Fue poco después cuando apareció un helicóptero real sobre el recinto olímpico y, entre el clamor del público y los colores de la bandera británica proyectados sobre el Estadio, James Bond abrió su puerta y se lanzó en paracaídas, precedido por la supuesta Reina, mientras sonaba la conocida música de 007.

En ese momento, la soberana de carne y hueso hizo su entrada en el Estadio Olímpico acompañada de su esposo, el duque de Edimburgo, y Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), entre un fuerte aplauso.

La organización aclaró que fueron en realidad dos conocidos extras, Gary Connery y Mark Sutton, los que se lanzaron en paracaídas sobre el Estadio de Stratford y no la anciana soberana ni el actor británico.

EFE