El viejo dicho popular de que el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania, renació en Maracaná, donde recuperó el trono mundial tras su memorable triunfo ante Argentina con el gol de Mario Gotze.

Casi siempre han ganado en Brasil 2014. Echó el cierre a su participación con seis victorias de siete partidos y solo un empate, en la segunda jornada de la fase de grupos, ante Ghana (2-2). En el resto, siempre ganó Alemania.

La conquista de la tierra prohibida ha convertido a Alemania en el primer europeo capaz de vencer en América. Este cuarto título mundial termina con la travesía por el desierto que ha padecido el fútbol alemán a nivel de selección. Y ha respaldado, por fin, a Joachim Low, ahogado en la orilla de tantos y tantos grandes torneos hasta que Brasil recompensó su filosofía.