Hugo Sotil dijo también que el fútbol tiene un poder unificador que se puede y se debe usar para combatir todo tipo de discriminación.
“El fútbol recibe merecidamente el título de “deporte rey”. Pero también los reyes tienen sus defectos, y el fútbol no es una excepción. El defecto más feo del deporte más hermoso es el racismo”, agregó Sotil.
Dijo que en los 70, cuando jugaba con la Selección y el Barcelona, nunca sufrió actos de racismo y menos existían las barras bravas. “El deporte era una fiesta”.
“A mí me decían Cholo de cariño, pero era en el vestuario antes de salir a jugar, en plan de amigos. Me duele como algunos compatriotas se comportan así e insulten a varios jugadores. Todos tienen familia y debemos de luchar para que los padres con sus hijos, vayan al estadio, como era antes”, señaló Sotil.
Contó que en España no solo los hinchas del Barcelon, sino los aficionados en general lo llamaban con cariño Cholo. Jamás como un insulto.