He sido majadero en escribir en numerosos artículos anteriores, que el fútbol argentino se quedó entre los años ochenta y noventa, curiosamente dos años después en la que dividieran el año en dos semestres, creando en la temporada 1991/92, los funestos torneos Apertura (Segunda mitad del año) y Clausura (Primera mitad del siguiente año) para según ellos igualar así la época del calendario europeo, sin conseguirlo, donde se incluye el absurdo descenso por promedio, para proteger a los cinco equipos grandes: Boca Juniors, Independiente, Racing, River Plate y San Lorenzo de Almagro, nivelando su fútbol para abajo.

Desde entonces comienza su retroceso. Su selección no pasa los cuartos de final desde la Copa del Mundo de Italia 90, no gana la Copa América desde Ecuador 1993 y tantos otros malos resultados, resaltados en artículos anteriores..

A peores resultados decisiones cada vez más absurdas y negativas.

Si César Luis Menotti en 1975, cuando se hace cargo de la selección mayor la jerarquizó, pues cada entrenador tenía un período de cuatro años, entre mundial y mundial que se respetaba, por lo que éstos podían desarrollar un proyecto sin interferencias.

Los malos resultados obtenidos durante los últimos años, han hecho que sus directivos dirigidos por el inefable Julio Grondona, con 32 años como presidente de la AFA, pierdan todo el rumbo.

Desde que se marchó Marcelo Bielsa luego de ganar los Juegos Olímpicos del 2004, en siete años han pasado cuatros técnicos que han dirigido la selección. Néstor Peckerman, Alfio Basile, Diego Maradona y Sergio Batista, cortando todo proceso, que se mantenía desde que Menotti lo implantó.

Si escuchamos la mayoría de sus periodistas – luego del fracaso Argentino en la Copa América que se llevó a cabo en su territorio donde volvieron a caer en el síndrome de los cuartos de final – concluimos que éstos también se quedaron en el tiempo, pues se enfrascan en inútiles e intrascendentes discusiones, donde demuestran lo poco que saben de fútbol, pues únicamente se quedan en la anécdota, sin profundizar en los urgentes y necesarios cambios profundos que necesita su fútbol. DEBEN DE HACER UNA REINGENIERIA TOTAL.

Mientras unos discuten que si Schiavi (38 años) debe de volver a la selección ( Que decisión tan importante) otros tiran nombres para ver si aciertan en la elección del nuevo entrenador de la selección, como UNICO TEMA, sin hincarle el diente A LA REESTRUCTURACION TOTAL DE SU FUTBOL. O no están capacitados o lo único que les interesa es vender más. Me quedo con ambas hipótesis, pues no realizan ningún aporte de fondo.

Nadie sugiere la creación de la Dirección Técnica Nacional que planifique integralmente su fútbol. De la Unidad Técnica de las selecciones, para que todas tengan un tronco común, De crear los Centros para el alto rendimiento. De la capacitación de los entrenadores en los centros del primer mundo europeo, para que luego formen integralmente a sus futuros futbolistas desde pequeños, y tantas otras cosas.

Hoy sus técnicos se han quedado en el tiempo y pululan paseándose por los diversos países sudamericanos, sin mejorar un ápice el rendimiento de esos clubes y de sus selecciones.

De los cinco técnicos argentinos que dirigieron en la Copa América 2011 – Argentina (Sergio Batista) Bolivia ( Gustavo Quinteros) Chile (Claudio Borghi, como extrañaron a Marcelo Bielsa) Costa Rica (Ricardo La Volpe) y Paraguay (Gerardo Martino) – sólo este último clasificó para las semifinales.

Como habrá sido de mediocre la Copa América que Paraguay fue subcampeón sin ganar un solo partido, con una derrota, la final con Uruguay, y con cinco empates.

Los guaraníes suman una victoria, ocho empates y dos derrotas en sus once últimos partidos oficiales. En el mundial Sudáfrica 2010 cosechó una victoria, tres empates y una derrota, mientras que en la Copa América perdió una vez y logro cinco igualdades.

Los dirigentes argentinos, junto a la mayoría de sus periodistas, son también responsables del estado actual del fútbol argentino.

Si algunos venden su alma al diablo, algunos dirigentes venden el fútbol argentino al gobierno de su país.

La AFA había licitado los derechos de televisión de su campeonato a una empresa privada hasta el 2014, que emitía los partidos bajo el sistema de televisión por cable. Para ver los encuentros había que pagar por ellos.

En una decisión insólita y unilateral, el máximo organismo del fútbol argentino anuló los contratos y se los vendió al gobierno de la nación por una cantidad mucho mayor, para que a través del canal estatal se pudieran visualizar todos los partidos por señal abierta.

Pero no contaban con el descenso de categoría del River Plate, que les corta el negocio, porque ese producto es uno con los “millonarios” y otro sin ellos.

Además había que eliminar la absurda regla del descenso por promedio, pues estaban implicados los otros cuatro equipos grandes argentinos, y dos de ellos ya habían perdido la categoría como el Racing y San Lorenzo de Almagro.

Lo peor que le pude pasar a un producto es que PIERDA LA CREDIBILIDAD, pues las grandes empresas no van a querer asociarse a un producto que la ha perdido.

El gran desarrollo del fútbol europeo se basa en SU CREDIBILIDAD.. Si la Juventus, el equipo más popular de Italia desciende, juega en segunda y tendrá que bregar para subir de división como cualquier equipo de la península, como sucedió y volvió a la primera división.

Si por los octavos de final de la Liga de Campeones el sorteo dictamine que se enfrenten al FC Barcelona con el Chelsea, así acontecerá. No existen privilegios para nadie.

Si el River Plate baja de categoría en Argentina se encienden todas las alarmas.

Por motivos estrictamente económicos, que a la larga surtirá como el efecto boomerang, la AFA con una mirada cortoplacista y apoyada por el gobierno, quien desembolsará más dinero por el nuevo campeonato, ha decidido a partir de la temporada 2012/2013 crear un nuevo torneo, más absurdo que los ya absurdos Apertura y Clausura, que sin el River Plate no generaría más ingresos.

En él participarán juntos los 20 equipos de primera división y los 18 de Segunda B más dos invitados. Los 40 equipos se dividirán en cinco grupos de ocho equipos cada uno, siendo cabezas de serie en cada uno los cinco grandes, es decir Boca Juniors, Independiente, Racing, River Plate y San Lorenzo de Almagro.

Los cuatro primeros de cada grupo jugarán en primera división y los cuatro últimos de cada grupo lo harán en segunda B, así casi aseguran la permanencia de estos cinco grandes en primera división y además, elimina el descenso por promedio y suprimen el descenso en la temporada 2011-2012, para salvaguardar al Boca, Independiente, Racing y San Lorenzo de Almagro, seriamente comprometidos en la actualidad..

Más arbitrario e injusto no puede ser. ¿Habrían inventado este monstruoso torneo si no hubiera bajado el River Plate? Imposible.

Todos los equipos deben de tener los mismos derechos y obligaciones, pero poderoso caballero es don dinero.

Recordemos que el Perú ya vivió esa amarga experiencia. A comienzos de los años noventa eran 44 los inquilinos de la primera división. Esos campeonatos eran un caos. En Noviembre de 1990 presenté un proyecto integral para el desarrollo de nuestro fútbol, que entre muchos temas se reducía a 16 equipos los que integrarían el torneo de primera división. Como el proyecto fue rechazado, renuncié a ser Director –

Tesorero de la FPF

Julio Grondona el eterno presidente de la AFA ha cedido a esa tentación y a la del gobierno, así el pueblo argentino verá gratis todos los partidos, ganando más popularidad, dinero que saldrá de los bolsillos de los contribuyentes, porque el canal estatal doblará el pago para ver este nuevo torneo por señal abierta.

Lo que mal comienza mal acaba.

El fútbol argentino está en picada. Nadie, ni dirigentes ni periodistas entregan una solución aceptable para terminar el problema de raíz, seguramente porque no están capacitados. Son como el avestruz, que entierra la cabeza para que no lo vieran. La mayoría de sus dirigentes y periodistas sólo están informados de las anécdotas del fútbol argentino. De lo que sucede en el mundo no les interesa y no lo conocen.

La creación de este nuevo formato de campeonatos es aberrante e injusto, y lo único que servirá es para que el fútbol argentino se hunda cada día más.

Después se molestarán cuando este analista sostiene que el fútbol europeo se distancia cada día más del sudamericano