Se apagó la voz de , uno de los narradores más importantes que ha tenido nuestro país. Fue la voz del famoso “con los huevos de Vargas” cuando Perú empataba con Argentina, fue el grito eufórico cuando la “bicolor” hizo historia venciendo en Quito a Ecuador y fue aquella voz eufórica que representó a más 31 millones de peruanos cuando la consiguió el ansiado boleto al mundial .

Precisamente, sobre este último cotejo cuando Perú derrotó 2-0 a Nueva Zelanda en el repechaje hacia Rusia 2018, concedió la que sería, en esas paradojas de la vida, su última entrevista:

¿Cómo se vivió esa noche de la clasificación?

Para mí no fue un día de trabajo. Fue un día de vivir y de sentir la posibilidad de que Perú clasifique a un Mundial. Fue el privilegio de vivir, desde un medio de comunicación, un momento que uno soñó toda su vida. Tengo la suerte de ganarme la vida haciendo lo que me gusta. Eso también es un privilegio.

Cuando el árbitro finalmente pitó, ¿sentiste que se te quitó un peso de encima? ¿O eran tantas las sensaciones que preferiste centrarte en tus funciones?

Sentí que era increíble que estuviera sucediendo eso, más si uno toma en cuenta todo lo que pasó. Perú estaba en el octavo puesto cuando arrancó el año. Creo que cuando ya empiece el Mundial, con toda su puesta en escena o el ingreso de los equipos, de repente ahí realmente nos daremos cuenta de lo que la selección ha logrado.

Habrá una suerte de aterrizaje placentero cuando comience Rusia 2018.

Desde luego la selección debe tratar de jugar sus mejores partidos y ganar, y seguramente cuando estemos cerca de los encuentros le exigiremos más al equipo, pero este Mundial es para disfrutarlo responsablemente. Además, en el futuro el sistema de clasificatorias cambiará [habrá 48 cupos en lugar de 32], lo que le quitará un poco de emoción. Haber clasificado con el actual sistema es mucho más valioso.

Has dicho que el gol de Fano es ideal para una narración, porque la jugada arranca desde atrás con Vargas. ¿La jugada de Cueva y el gol de Farfán tienen componentes parecidos?

Sí. Desde que Cueva la bajó de pecho y controló la pelota, sentí que algo podía pasar. Por eso dije: “Pinta bien”. Además, era una situación que no se había presentado mucho en los partidos de Perú contra Nueva Zelanda: había espacios e igualdad de número entre los atacantes y defensores. Me gusta adelantarme a las jugadas. Reconozco que mi voz no es la mejor, entonces trato de equipararme en relación con otros relatores mediante el conocimiento del juego y otros recursos.

¿Cómo hiciste para contener el llanto?

Hay dos momentos en estas eliminatorias en los que lloré como un niño. El viaje a Quito emocionalmente fue muy fuerte. Luego del triunfo de Perú, cuando entré a mi habitación, me senté en la silla y lloré como 5 minutos antes de meterme a la ducha. Y ayer por la mañana, ya después del partido, unos amigos me pasaron un audio en el que Pedro García me habla generosamente: “Vas a quedar en los archivos y YouTube”. Ahí también lloré.

Fuente: El Comercio