Después de la angustiante clasificación ante Suiza, Argentina afrontará el desafío de superar los cuartos de final ante Bélgica, una barrera que no cruza desde hace 24 años.

Con deuda en su juego pero con cuatro triunfos que avalan su ilusión, el conjunto albiceleste tendrá el próximo sábado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia la posibilidad de ingresar en la elite de los cuatro mejores del mundo.

La última vez que la Argentina alcanzó una semifinal fue en la cita de Italia en 1990, cuando logró su segundo subcampeonato del mundo tras caer 0-1 en la final ante Alemania.

Desde entonces, en la previa de cada Mundial se habla de jugar los tan mentados siete partidos y llegar a la última jornada sin tener que regresar antes de que acabe la gran fiesta del fútbol.

La historia marca que en la cita de Estados Unidos, en 1994, tras superar con holgura sus dos primeras presentaciones ante Grecia (4-0) y Nigeria (2-1), el dopaje de Diego Maradona derrumbó a un grupo, conducido por Alfio Basile, que estaba listo para hacer historia.