Edwin Oviedo logró ganar las elecciones a la Federación Peruana de Fútbol, en la que obtuvo 21 votos sobre 14 de fueron para Federico Cúneo.

Este regreso de Juan Aurich no fue de los mejores, ya que una vez más estaba en peligro de descender y regresar a su liga de origen. El equipo chiclayano era uno de los clásicos equipos ‘ascensoristas’, vale decir que ni bien ascendía volvía a descender.

El 2008 parecía no ser la excepción, pero la institución norteña decidió ceder las riendas del club al entonces desconocido empresario Edwin Oviedo, cuya primera medida fue contratar a Franco Navarro como entrenador.