Se acabó la ilusión. Una vez más nos quedamos a puertas de clasificar a un Mundial de fútbol. Si antes fue por minutos, ahora fue por centímetros. Sí, un gol anulado a Yordy Reyna en los minutos finales por un finísimo fuera de juego, nos dejó con el grito ahogado en la garganta y tras ello se formó un nudo difícil de tragar.

Alguna vez, el escritor peruano Julio Ramón Ribeyro dijo: “Quien no ha sentido la tristeza en el fútbol, no sabe nada de tristeza”. El país está triste y normalmente lo está por el fútbol.

El primer gol del partido ilusionó a los más de 30 millones de peruanos. Fue temprano, a los 8 minutos gracias Edison Flores y en golpe de cabeza tras un tiro de esquina.

Chile encontró el empate a los 34’ gracias a un impresionante misil de Bryan Rabello. Fue un disparo desde 40 metros, a media altura, que hizo inútil la estirada del golero peruano Campos.

La ilusión seguía intacta en Perú. Teníamos armas para creer en un segundo gol, pero el arco chileno no se volvió a abrir. En realidad si se abrió, pero el gol fue anulado por un fino fuera de juego. Uno de esos ‘off sides’ que los árbitros de línea muchas veces no cobra, pero que esta vez sí lo cobraron.

Se jugaban los descuentos y ese grito ahogado acabó con las ilusiones. Tres minutos después, el árbitro pitó el final y la celebración chilena no se hizo esperar. Perú fue un lamento total y lo sigue siendo…

Alineaciones:

Perú: Campos; Chávez, Ortiz, Araujo, Gómez; Cartagena, Guarderas; Benavente, Flores; Polo, Reyna.

Chile: Melo; Fuentes, Lichnovsky, Huerta, Bravo; Martínez, Caroca, Maturana, Rabello, Cuevas, Mora.

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