Universitario hace aproximadamente un mes tuvo un hecho repudiable, cuando los propios hinchas de la ‘U’ se enfrentaron en las afueras del estadio monumental simplemente porque los barrios de distintas zonas de Lima quieren manejar la principal facción del cuadro merengue, la ‘Trinchera Norte’.

Para analizar un poco más a esta sociedad ‘futbolera’ donde los pandilleros se disfrazan de hinchas, La Nueve tuvo una entrevista exclusiva con el psicólogo deportivo y Coordinador de Selecciones Deportivas de Alto Rendimiento de la UPC, Mario Reyes, quien explica un poco mejor acerca de lo que está pasando con esta inexplicable situación de violencia en el fútbol peruano.

¿Por qué la sociedad juvenil se va degenerando en el fútbol a pesar que no somos un país que consuma fútbol?

Hay que tener presente algo muy importante, no es el fútbol o el deporte el que ocasiona que la sociedad se vuelva agresiva o no, no hay que satanizar al deporte. La realidad es que los integrantes de los deportes, en especial el fútbol en estos casos formados por personas jóvenes (sociedad juvenil), muchas veces encuentran una justificación el pertenecer en este caso en asociaciones deportivas para refugiarse y manifestar un problema latente que es la violencia, expresada en agresiones, pandillaje, barras bravas, entre otros. Y que va más allá de un problema del Fútbol, es un problema de la Sociedad Nacional.

¿Los malos resultados y fracasos a nivel internacional contribuyen a ese rencor?

Definitivamente, ante lo explicado anteriormente, son muchos los factores externos e internos los que van a contribuir para alimentar los aspectos de rencor entre otros. Pero aquí hay algo muy importante, no son los malos resultados, no son los fracasos los que ocasionan directamente el rencor, ojo, todos los países o clubes lo tienen y pasan en algún momento. Lo que se hace mal es el mensaje que se vierte sobre ellos, creando muchas veces rivalidades, desajustes emocionales, entre otros que van creciendo de manera latente y en algún momento explota y muchas veces no de la manera como debe ser.

¿Por qué son precisamente jóvenes entre los 15 y 23 años los más frecuentes en el pandillaje de barras?

Esto por un proceso de desarrollo, son en las primeras edades de los 15 en adelante donde está presente un cambio en todo ser humano como parte del proceso normal, tenemos jóvenes rebeldes, baja autoestima, falta de comunicación, y todo ello no es fútbol ni deporte, es simplemente familia.

Muchas de estas organizaciones de pandillaje se crearon porque la familia no los toma en cuenta, falta de autoestima, confianza, entre muchos aspectos principalmente psicológicos y sociales. Por ello encuentran de manera más rápida y sencilla, pertenecer a lugares donde sí los escuchan o sí los valoran pero inculcando actitudes negativas.

¿Cómo puede ayudar y contribuir el fútbol de menores en el desarrollo de una nueva y mejor sociedad?

El fútbol de menores es fundamental, y es un trabajo sistematizado y multidisciplinario. Es trabajo de Los dirigentes, cuerpo técnico, profesionales del deporte, padres de familia, medios de comunicación, es todo un trabajo integral. Muchas veces vemos como desde niños los principales gestores de la rivalidad, del rencor y de las agresiones no son los niños, ni los jóvenes, sino, son los padres, entrenadores, todo lo que llamamos el Pentágono Deportivo de incursión en el deporte de menores. No hay que olvidarnos a todos los involucrados en el deporte formativo, sea academia, colegio, federación o universidad, que más que enseñar a patear, o dar un buen pase, es nuestra naturaleza formativa de Brindar y formar personas de bien con valores, con moral, con responsabilidad y con disciplina.