El Mundial de Suecia 1958 fue donde nació la leyenda de Pelé. El joven jugador brasileño que deslumbró con alucinantes jugadas en todo Europa y pudo ostentar ser el jugador más joven en jugar y ganar la Copa del Mundo. Lo hizo con 17 años y 237 días.

Pelé logró todo con Brasil y actualmente es considerado como uno de los emblemas del fútbol mundial. Pero el récord de jugador más joven en un Mundial fue arrebatado 24 años después por un joven norirlandés.

Norman Whiteside fue un letal delantero de las canteras del Manchester United y rápidamente se hizo del puesto en el primer equipo inglés. Sus buenas actuaciones lo llevaron a la selección de Irlanda del Norte.

En el Mundial de España 82, debutó como titular ante la desaparecida Yugoslavia en el juego inaugural del grupo con 17 años y 41 días. 196 días menos que Pelé.