Neymar, de 22 años, quedó fuera del Mundial de Brasil 2014 por una lesión, pero luego regresó el jueves 10 de julio a la concentración de Brasil en Teresópolis (sudeste) en solidaridad con sus compañeros, que enfrentan el partido por el tercer lugar sin digerir aún la paliza de Alemania.

El atacante, que sufrió una fractura en una vértebra en el choque de cuartos de final contra Colombia, perdió la semifinal en la que Brasil fue goleado en el Mineirazo de Belo Horizonte.

“No tengo ninguna vergüenza de decir que formé parte de este equipo que se llevó una goleada de 7-1”, lanzó el joven ‘crack’ en una rueda de prensa, en la que entró vestido con su camiseta ‘10’ de la Seleçao firmada por sus compañeros.

“Va a doler un tiempo, pero va a pasar, vendrán días mejores. Vamos a hacer todo para devolver la alegría a nuestros rostros”, añadió.

Estaba previsto que llegara en helicóptero, pero el tiempo nublado no lo permitió. Bajó del auto caminando con cierta incomodidad, cojeando un poco.

Neymar interrumpió el entrenamiento de Brasil para el juego por el tercer lugar del Mundial, el sábado contra Holanda en Brasilia, después de la paliza sufrida por 7-1 en la semifinal contra Alemania.

Saludó a cada uno de sus compañeros en el campo con un beso y un abrazo, lo mismo con el seleccionador Luiz Felipe Scolari, muy criticado por la derrota del pasado martes.

“Comenzamos juntos y vamos a terminar juntos, independientemente de lo que pasó, si no conseguimos el título, estamos cerrados, unidos y vamos a terminar juntos, honradamente, el sábado. Espero que en el futuro podamos estar alegres como siempre, no es por una derrota histórica que vamos a bajar la cabeza, forma parte del fútbol”, dijo.

En los alrededores de la cancha de la Granja Comary, donde entrena Brasil, cientos de personas gritaban su nombre, así como el de otros jugadores del equipo. El ‘crack’ de 22 años les respondió con un saludo.

Fuente: AFP

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