El Benfica tomó el mando del partido y exigió mucho al Sevilla, que pronto vio cómo dos jugadores se cargaron con tarjetas amarillas, Federico Fazio y Alberto Moreno, éste por una fuerte entrada sobre Miralem Sulejmani que incluso motivó que el volante fuera sustituido poco después por André Almeida.

Beto tuvo que tapar huecos ante la presencia peligrosa de Ezequiel Garay antes de que se cumpliera el cuarto de hora y estar muy atento ante un rival que iba a por el partido.

La formación andaluza, con un claro esquema de arroparse atrás y de buscar la oportunidad con la visión de juego de Iván Rakitic y la definición de Carlos Bacca, nunca estuvo a gusto sobre el césped y también pecó en exceso de imprecisiones que le daban vida al adversario.

Así, ya en los últimos minutos de la primera mitad, Beto tuvo que intervenir con acierto en dos ocasiones casi consecutivas del Benfica que no se tradujeron el gol, además de que en los últimos lances los ‘agüilas’ reclamaron un penal de Fazio a Nicolás Gaitán que el árbitro no consideró y que hubiera supuesto la expulsión del central del Sevilla.

La segunda parte empezó como acabó la primera, con verdaderos agobios de los españoles en la defensa ante el empuje de los portugueses, que tuvieron claras ocasiones pero que no supieron traducirlas en goles.

El centro del campo fue del Benfica y el ataque con las bandas constante, pero ese dominio le pudo también costar caro en alguna incursión del adversario, como en un balón que llegó a José Antonio Reyes y que no supo definir ante la salida de Jan Oblak.

Poco poder del Sevilla ante una defensa con jerarquía con los centrales Garay y Luisao y con dos jugadores arriba muy rápidos y peligrosos como Rodrigo Moreno y Lima.

El tiempo corrió a favor del Sevilla con el 0-0 en la misma medida que las ansias de ganar del Benfica, lo que produjo algunos huecos por donde los hispalenses crearon peligro y equilibraron algo la contienda mediado el segundo período.

Así se entró al último cuarto de hora, en el que ya un tanto parecía que podía ser definitivo, como pudo llegar en un remate de Lima con paradón de Beto o un cabezazo de Garay que se le fue fuera en un tramo final de asedio lisboeta que no tuvo éxito y que dio paso a una prórroga con dos equipos muy cansados pero, como en todo el partido, con más intenciones de los portugueses pese a que Bacca tuvo una clarísima que desperdició solo ante Oblak en el minuto 101.

La segunda parte de la prórroga tuvo poca historia, con todos sobre el terreno fundidos por el desgaste, con constantes calambres musculares y también atenazados por el miedo a perder, con lo que se dio paso a la tanda de lanzamientos desde el punto de penal, que se produjo en la portería donde estaban los seguidores sevillistas.

El Sevilla entonces hizo un pleno de cuatro transformaciones, con la definitiva de Kevin Gameiro y el Benfica logró dos y tuvo los fallos de Rodrigo y Óscar Cardozo ante la buena respuesta de Beto, con lo que el trofeo se lo adjudicó el equipo español.

- Ficha técnica:

0 – Sevilla: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Alberto Moreno; M’Bia, Carriço; Reyes (Marko Marin, m.78) (Gameiro, m.104), Rakitic, Vitolo (Diogo Figueiras, m.110); y Bacca.

0 – Benfica: Oblak; Maxi Pereira, Luisao, Garay, Siqueira (Cardozo, m.99); Ruben Amorim, André Gomes; Gaitán (Cavaleiro, 119). Sulejmani (Almeida, m.25), Rodrigo; y Lima.

Tanda de penales:

0-1: Lima, marca / 1-1: Bacca, marca / 1-1: Cardozo, para Beto / 2-1: M’Bia, marca / 2-1: Rodrigo, para Beto / 3-1: Coke, marca / 3-2: Luisao, marca / 4-2: Gameiro, marca.

Árbitro: Felix Brych.

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