Para ese duelo, José Mourinho había dejado a lo mejor de su plantel en la banca, como Cristiano Ronaldo, Mesut Ozil, entre otros.

Al momento de ordenar calentar casi antes del final del primer tiempo, cuando todavía iban 0-0, los jugadores mostraron su fastidio. Algunos salieron a regañadientes, mientras que Cristiano Ronaldo simplemente se quedó en la banca.