Esto ocurrió en México, cuando se disputaba un partido por una liga amateur. Tras un remate, el balón salió fuera del campo de juego y se metió a un pozo sin agua.

El arquero suplente de un de los equipos fue a buscarlo y al asomarse por el pozo cayó estrepitosamente causándole diversas fracturas y pérdidas de dientes.

Tras 45 minutos, los rescatistas lograron sacarlo sin complicar sus heridas y lo llevaron a un nosocomio cercano.

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