Dos paradas decisivas de Thibaut Courtois en el primer acto y una de Jan Oblak en el segundo, convirtieron en un derbi de porteros y sin pegada el duelo entre un que añora un 9 goleador y un que exhibió sin premio sus virtudes de inicio antes de desaparecer.

La pasión del mejor derbi del mundo no se tradujo en espectáculo. Se rebaja a duelos tácticos donde se juega a lo que desea Simeone, dominador en Liga del Santiago Bernabéu con planteamientos que anulan a buena parte de las individualidades de su rival, hasta que Julen Lopetegui respondió con un giro por unas molestias de Bale.

Alejado de antiguos sufrimientos y con la confianza que le genera un dominio reciente en casa del eterno enemigo, el Atlético salió sin complejos a por el Real Madrid. Sin apuros para anular al tridente ofensivo madridista, que se reducía al ímpetu de Gareth Bale, encontró en Lemar un futbolista clave para generar desequilibrio.

Hizo daño entre líneas, apareciendo por dentro, y nutriendo de buenos balones a Griezmann y Diego Costa. Los dos hicieron daño siempre en carrera. Saúl era el primero en intentarlo con un disparo lejano que sacó de puños Courtois.

El reencuentro del belga con su antiguo equipo le sirvió para reivindicar su nivel. Griezmann buscaba una tijera más vistosa que efectiva mientras el Real Madrid comenzaba a sentir impotencia, necesitado de la magia ausente de Isco, por no hablar de la pegada perdida con Cristiano Ronaldo. El portugués siempre fue decisivo en los duelos grandes y Lopetegui añora un 9 con gol.

Se convirtió en previsible el equipo de Lopetegui. Con la banda izquierda coja sin Marcelo, descartando la posibilidad de resucitarla metiendo a Bale en su zona natural. Kroos y Modric sufrían en la telaraña rojiblanca en la medular.

Sólo el coraje de Dani Carvajal generaba peligro. Desde su zona llegaron centros con aroma de peligro que no inquietaron a Oblak por las buenas coberturas de Giménez y Godín para tapar los remates.

La ineficacia con la posesión iba acompañada de un alto riesgo en caso de cometer un error. Equipo largo y con desconexión del tridente. Fue cuando Courtois salvó a su equipo, primero tras una falta pedida por Asensio no señalada, que provocó una contra veloz que dejó a Griezmann mano a mano con el portero madridista. Intentó picar el balón pero perdió el duelo. Courtois la salvaba con la cara.

Se teñía de rojiblanco la primera parte del derbi cuando Bale tuvo la única clara para el Real Madrid. A balón parado, con pase medido de Kroos al segundo palo, apareció el galés para cruzar su disparo en exceso. Era una acción puntual porque el dominio era atlético, con Rodri imponiéndose en la medular, Saúl intentándolo de nuevo con su llegada acariciando el poste y un nuevo mano a mano perdonado.

Después de desesperarse Diego Costa pidiendo el VAR por una mano de Casemiro dentro de su área, apareció para castigar una pérdida de Kroos. Con espacio para correr, tras una nueva carrera de Lemar con pase al espacio. Courtois tapó espacios y salió de nuevo vencedor.

Se hizo el silencio en la grada del Bernabéu al no ver a Bale salir del vestuario tras el descanso. Son los riesgos que corría la directiva blanca al no fichar una estrella con el historial de lesiones del jugador que asumía el liderazgo. Lopetegui reforzaba la medular, por donde se le iba el partido, y apostaba por Ceballos.

Lejos de acusarlo el escenario cambió. El Real Madrid se adueñó del balón, comenzó a tocar con criterio y a pisar área rival ante un Atlético que debía encontrar una respuesta en el físico. De golpe desaparecieron sus virtudes y se mantuvo en pie por una exhibición defensiva de Giménez.

La seguridad de Oblak tampoco se puso en duda. Asensio buscó espacios para superarlo donde no existían. Ceballos aportó toda la creación que le faltó a su equipo, apareció la velocidad en la posesión, mejoró el Real Madrid como equipo pero le faltó la pegada de un devorador del gol. Casemiro y Modric lo buscaban con disparos lejanos y Asensio tenía la acción que pudo decidir el duelo. La gran visión de Kroos, aprovechando un desmarque de arrastre de Benzema, dejó solo a Marco que no superó a Oblak.

Simeone sintió el peligro y reforzó su centro del campo rebajando la dinamita ofensiva. El único balance ofensivo del segundo acto fue un disparo desviado de Filipe Luis para un Atlético que desapareció. Al Real Madrid no le bastó con casta para vencer. Ni el intento de los últimos minutos en el debut de Vinicius salvó a Lopetegui en los duelos grandes. Sigue sin ganar ninguno en el inicio de un estigma que le persigue.

EFE.

Sigue en vivo el Real Madrid vs Atlético Madrid

Real Madrid vs Atlético Madrid | Alineaciones

Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Nacho; Casemiro, Kroos, Modric; Asensio, Bale, Benzema.

Atlético Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Lucas; Koke, Rodri o Thomas, Saúl, Lemar o Correa; Griezmann, Diego Costa.

Real Madrid vs Atlético Madrid | La previa

El busca la mejor medicina contra la necesidad de un triunfo en un duelo de altura, ganar el derbi ante el que frene el dominio de Diego Simeone en el Santiago Bernabéu, donde no sale derrotado en Liga en 5 años y busca plasmar la mejoría de su equipo tras un mal inicio.

El gran derbi madrileño llega alejado de los focos de la trascendencia que han marcado la mayoría de sus últimos capítulos, pero con una carga emocional de peso. Han decidido , una Supercopa de Europa y marcado caminos ligueros. La importancia de una rivalidad eterna no se rebaja en una nueva entrega en un Bernabéu que ha pasado a ser terreno cómodo para Simeone.

Después de catorce años sin un triunfo rojiblanco en Liga en casa de su eterno rival, con el primer intento del ‘Cholo’ como el vigésimo cuarto sin éxito, el técnico argentino dio con la tecla para cambiar la historia. Cinco temporadas encadena el Real Madrid sin ser capaz de derrotar de local al Atlético de Madrid en la competición doméstica, y lograrlo se ha convertido en el gran objetivo de Julen Lopetegui.

Necesita de una alegría en un partido de envergadura el nuevo técnico madridista para no ver afectada su imagen. Cada derrota es un terremoto en la casa blanca y más si llega con la imagen de la primera mitad en el Sánchez Pizjuán. Un Real Madrid arrollado por el rival y sin capacidad de respuesta, encajando tres goles con una debilidad defensiva asombrosa y con falta de actitud colectiva. Sumado a la derrota de Tallin y el empate de San Mamés, alimentan la pérdida de eficacia en los días señalados.

La primera derrota liguera y segundo pinchazo consecutivo de visitante, contrasta con la seguridad mostrada hasta la fecha por el Real Madrid de Lopetegui en el Bernabéu. Cuatro partidos y pleno de victorias entre Liga y ‘Champions’ con diez tantos a favor y uno solo en contra. El rodillo encara su examen más difícil, un Atlético Madrid que le dio el primer disgusto del curso en la final de la Supercopa de Europa de Tallin.

Al nuevo derbi llega el Real Madrid en su momento más delicado de lesiones. Lopetegui recupera a Carvajal pero pierde a su único lateral zurdo natural, Marcelo, por una rotura muscular. Se suma a Isco en el capítulo de bajas de titulares. Debe improvisar en el costado izquierdo, con Nacho en una posición que no es la suya, y decidir como recomponer el ataque tras dos partidos de poca pegada, con un tanto en 180 minutos.

Reforzar el centro del campo, donde siempre se libra una batalla clave en los derbis, o mantener el tridente formado por la BBA y que sea Simeone el que se preocupe de frenar la velocidad de Marco Asensio y o taponar la movilidad de Benzema. Es la duda por despejar de Lopetegui que, en principio, mantendrá la confianza en portería en un Thibaut Courtois que se enfrentará a su pasado.

Enfrente, el Atlético Madrid ha reaccionado con tres victorias consecutivas, dos en la Liga, que le han reactivado en todos los sentidos para su visita al Bernabéu, sobre todo en lo numérico porque en sólo cinco días ha rebajado su distancia respecto al liderato de siete a dos puntos, a la vez que irrumpía en el podio.

Mientras se reencuentra con su mejor nivel, Diego Costa atraviesa la peor racha goleadora de su carrera en la Liga, quince partidos sin marcar, o Jan Oblak añade más porterías a cero bajo palos, ya por 98, el relanzamiento del Atlético es evidente, levantado de golpe con tres triunfos indispensables.

Lo fue el 0-2 en Getafe, generado por Thomas Lemar; el 1-2 en Mónaco en la Liga de Campeones, transformado por Diego Costa y José María Giménez; y el 3-0 del pasado martes al Huesca, cuando confirmó su crecimiento individual y colectivo, en la presión, en la combinación entre líneas y, por encima de todo, en la pegada arriba.

Una reafirmación para el Atlético Madrid, que también ha recuperado su firmeza defensiva, con sólo un gol en contra y cinco ocasiones concedidas en sus tres últimos encuentros, y que se presenta rearmado en el Santiago Bernabéu, donde ha jugado doce choques en la era Simeone, con cuatro triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas.

En su decimotercera visita, con la baja de Stefan Savic, fuera por quinto choque por una contusión muscular, y la probable de Gelson Martins, con un golpe en la rodilla, el once mantendrá la base que propuso el pasado 15 de agosto contra el mismo adversario en la , ganada en la prórroga por 2-4.

Sin el central montenegrino, titular en Estonia, habrá un cambio seguro de entonces a ahora en el centro de la defensa, donde apunta José María Giménez, reincorporado al grupo desde el jueves tras las molestias musculares que provocaron su sustitución en la primera parte del pasado martes frente al Huesca en el Wanda Metropolitano.

En el resto de posiciones serán los mismos o casi los mismos de aquella alineación, con nueve certezas (la titularidad de Jan Oblak, Juanfran Torres, Diego Godín, Lucas Hernández, Saúl Ñíguez, Koke Resurrección, Antoine Griezmann y , además de Giménez) y dos dudas: Rodri Hernández o Thomas Partey y Lemar o Ángel Correa.

Esos son los nombres que configuran el posible once en el derbi, con la incógnita de cuál será el plan de en el Santiago Bernabéu, también el esquema sobre el que sustente esa alineación. Los precedentes señalan las prioridades defensivas y tácticas, además del contragolpe, por encima de las ofensivas y de posesión.