El Sevilla, muy certero, aprovechó muy bien sus pocas ocasiones con un doblete de Carlos Bacca, hizo un partido muy completo, sobre todo en defensa, y remontó con el 2-1 en el segundo tiempo el gol inicial de Cristiano Ronaldo enlazando su sexto triunfo en Liga por primera vez en toda su historia y acercándose a la Champions.

Definitivamente sin Sergio Ramos y sin Ángel Di María, también sancionado, el Real Madrid llegó a Sevilla más obligado a ganar que nunca en su pugna por el liderato.

Los sustituyeron Raphael Varane y Asier Illarramendi, en vez de Isco, pues Carlo Ancelotti optó por dar más consistencia al medio campo. La exigencia para el Real Madrid era máxima: no podían ceder un ápice en esa lucha sin cuartel y, además, debían hacer olvidar el palo de la derrota por 3-4 frente al Barcelona.