En pleno Día Internacional de la Mujer, las 28 integrantes de la Selección de Fútbol Femenino de los Estados Unidos demandaron a sus respectiva Federación por discriminación de género. La razón para esta denuncia se sustenta en base a la desigualdad salarial y diversas condiciones de trabajo en comparación con sus compañeros hombres.

La denuncia, presentada en un juzgado federal de Los Ángeles (California), llega a solo tres meses de que las futbolistas disputen la Copa Mundial de este deporte y en ella las jugadoras acusan a la Federación estadounidense de “discriminación de género institucionalizada” durante años, según avanzaron medios locales.

Las acusaciones no se centran solo en cuestiones salariales, sino también en los lugares donde jugaron y cada cuanto tiempo, las maneras como han sido entrenadas, los tratamientos médicos y el apoyo recibido e, incluso, el transporte para jugar los partidos.

No se trata de la primera vez que la Federación se enfrenta a acusaciones de esta clase: en 2016 cinco de las jugadoras del conjunto presentaron una queja por discriminación salarial ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades, aunque la falta de una decisión por parte de este organismo ha motivado la presentación de esta demanda en una corte federal.

Las demandantes solicitaron un estatus de acción de clase y quieren representar a cualquier jugadora que forme o haya formado parte de la alineación femenina desde el cuatro de febrero de 2015, por lo que el número total podría incluir a varias jugadoras más.

Las deportistas, entre las que se encuentran las estrellas del fútbol estadounidense Carli Lloyd, Megan Rapinoe y Alex Morgan, piden en el texto legal una compensación por daños y perjuicios, una cifra que podría alcanzar varios millones de dólares, calcula el The New York Times.

“Cada una de nosotras está extremadamente orgullosa de vestir la equipación de Estados Unidos y nos tomamos seriamente la responsabilidad que eso conlleva”, aseguró Morgan en declaraciones recogidas por el Wall Street Journal.

“Creemos que la lucha por la igualdad de género en el deporte es parte de esa responsabilidad”, continuó.

Las jugadoras argumentan que a ellas se les exige jugar más partidos que a sus colegas masculinos, ganar más juegos y aún así reciben una paga menor que sus compañeros varones.

La demanda se presenta en pleno 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con cientos de manifestaciones convocadas alrededor de todo el mundo en defensa de la igualdad.