Este domingo se vivió una jornada histórica en el fútbol inglés y mundial. Pocas veces se puede apreciar una definición como esta, con tanto dramatismo, con tantos nervios, con un equipo casi celebrando el título y que en menos de 5 minutos, pase de la alegría a la tristeza.

Pero vamos, el favorito era el Manchester City que dependía de sí mismo para ser campeón, pero se complicó. Queens Park Rangers lo sorprendió. Le dio vuelta al marcador, cuando el local ganaba con gol de Zavaleta. Cisse (48) y Mackie (66) enmudecieron el estadio y arrancaron lágrimas a los hinchas locales.

En tanto, Manchester United le ganaba al Sunderland 1-0 y se proclamaba campeón.

Terminó el partido en campo del Sunderland. Los jugadores del United no celebraban. Quedaban dos minutos de juego en el estadio del City. Iban 2-2, porque Dzeko había empatado a los 90’. En las tribunas había dramatismo. Lágrimas y frustración en los celestes. Alegría en los ‘Red Devils’.

Minutos 95’, jugada u entrega desde el piso de Balotelli, lo toma Agüero, se saca a un jugador y saca un misil. Gol y el estadio se vino abajo. Las caras intercambiaron gestos.

Hazaña, heroico. Fue la locura. Tras 44 años, el Manchester City se proclamaba campeón de la Liga Premier. Fue con sufrimiento, fue con angustia, pero así es mejor, así se siente mejor el logro. Así se celebra con más euforia. Valió la pena.