El imponente marco que rodeaba el partido entre pareció afectar los nervios del portero Steven Rivadeneyra, quien fue el directo responsable de la rápida apertura del marcador en la denominada ‘Noche Amarilla’.

El guardameta de los santos cometió ‘un blooper de aquellos’. Recibió un pase de su compañero Báez, pero el balón se le escurre por debajo del botín y le quedó servido a Damián Díaz, quien solo tuvo que añadir el esférico y desatar así la alegría en el estadio de Monumental de Guayaquil.

Los hinchas y jugadores del Barcelona festejaron este regalo de Steven Rivadeneyra, quien minutos después lograría reivindicarse con buenas y vitales intervenciones en el primer tiempo.